Tuve la suerte de poder presenciar el Desfile Artístico Histórico que formó parte de los últimos momentos de los festejos del Bicentenario.
No me voy a poner solemne y escribir debilidades y virtudes, fui para disfrutar y eso hice. Realmente fue algo impactacte, imponente, emocionante. Inolvidable.
No me voy a poner solemne y escribir debilidades y virtudes, fui para disfrutar y eso hice. Realmente fue algo impactacte, imponente, emocionante. Inolvidable.
Es cierto que desde mi posición inicial (en Cerrito y Diagonal Norte), detrás de unas cuántas filas de personas, no pude apreciar bien algunas de las actuaciones que ocurrían en la calle. Pero las carrozas eran tan geniales que las incomodidades quedaban opacadas.
Los fragmentos de desfile que representaron a la dictadura (con su supresión de los derechos humanos), a las Madres de Plaza de Mayo con sus brillantes pañuelos blancos y a los caídos en Malvinas fueron emocionantes. El resto fue pura fiesta.
Hubo dos de las carrozas en las que admiré a la gente de Fuerza Bruta haciendo gala de todas sus habilidades. La primera el Barco de los Inmigrantes con música alegre y acróbatas por los laterales y la parte superior de la embarcación. La segunda, una de las últimas del desfile, la que representaba las crisis económicas que hemos vivido, todo con un arte y un talento por parte de los actores que hizo que fuera impactante.
Aquellos que idearon e hicieron la puesta se merecen toda mi admiración.
Aquellos que idearon e hicieron la puesta se merecen toda mi admiración.
Aquí un resumen de la Tv Pública de lo que fue el desfile (Realizado por Gabriela Radice, quien considero que hizo un gran trabajo durante toda la cobertura).
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